Me encanta estudiar. Y se me da bien, sobre todo cuando el objetivo es aprender y no memorizar como un papagayo. Así que hace unos años me matriculé de Economía en la UNED porque quería entender un poco mejor como funciona el mundo. Ahora, a punto de terminar, creo que ha sido una experiencia interesante, pero también que me tiré de cabeza sin saber que esperar, y que me hubiera venido bien tener tener un poquito más de información antes de hacerlo.
Esto es lo que mi yo del presente le contaría a mi yo del pasado:
Es duro, sobre todo si trabajas o te dedicas a alguna otra cosa de manera simultánea. Estudiar supone una inversión económica pero, sobre todo, necesitas invertir tiempo. La gran ventaja de estudiar a distancia es que puedes elegir el ritmo, así que aprovéchala. Haz las cuentas de cuanto tiempo estás dispuesto a invertir antes de decidir cuantas asignaturas puedes hacer cada año. Guarda las cuentas y revísalas pasadas unos días, cuando se te pase esa euforia idealista que te dice que puedes estudiar una media de dos o tres horas diarias sin problemas. Te ahorrarás muchas frustraciones y mucha pasta. Piensa que habrá muchos días en los que no puedas tocar un libro, que habrá asignaturas que te resulten complicadas y que habrá exámenes que tengas que repetir. Como guía, si trabajas a jornada completa, es complicado hacer mas de seis asignaturas por año.
Es caro. A las matriculas, que suben año tras año, tienes que sumar el coste de los libros, en muchos casos imprescindibles, y en algunos casos muy caros y muy malos. Puedes ahorrar mucho (del orden del 50% en cada libro) si los compras de segunda mano e incluso más si investigas de antemano lo necesarios que son en realidad. Pregunta a tus compañeros, a los profesores y a los tutores de los centros asociados para hacerte una idea. Sacar matrículas de honor sale rentable, te regalan una primera matrícula en el siguiente curso. Suspender sale muy caro, el precio de una tercera matricula es equivalente al de un transplante.
Necesitas un plan. Si eres de los que improvisas, aquí te conviene hacer una excepción. Estudiar a distancia y por tu cuenta requiere de una cierta organización. Incluso un mal plan será mejor que nada, porque te ayuda a tomar conciencia de la realidad. Aunque el plan diga que para una asignatura te darás un atracón el fin de semana anterior a los exámenes, intenta seguirlo. En la UNED, para las convocatorias ordinarias (febrero y junio), hay dos semanas de exámenes, y puedes elegir, para cada asignatura, en qué semana te quieres presentar. Decidir con cierto margen cuándo te examinas tiene que ser parte de tu planificación.
Y de momento hasta ahí, que tengo que seguir estudiando porque mañana me examino de Econometría.
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