Mi relación con la comida siempre ha sido un poco complicada. Me encanta comer y, posiblemente relacionado con el placer que me produce, la comida se convierte en la solución para arreglar todo tipo de cosas. ¿Me aburro? Voy a la nevera ¿Stress por tener mucho trabajo? Máquina de vending ¿Stress por tener poco trabajo? Máquina de vending ¿Ansiedad? Asalto a la Boulangerie. Imagino que os hacéis una idea. Y claro, cuando estoy feliz también como porque digo yo que habrá que celebrarlo. Las veces que he intentado restringir un tipo de alimento han funcionado más bien mal. Puedo no haberme comido un plátano en seis meses, pero si me propongo dejar de comer plátanos me convierto en un orangután que ve preciosas frutas curvas y doradas flotando delante de sus narices.

Continue reading “(mi) Adios a los carbohidratos”